Tratamiento de RSU




     Muchas gracias por acompañarnos! Hoy compartiremos con ustedes las alternativas de tratamiento o disposición de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU), un tema que nos compete a todos y que causa controversias en varias ciudades de Chile. Comencemos!




1. COMPOSTAJE


   El compostaje puede definirse como la descomposición biológica de materiales orgánicos gracias a la acción de microorganismos (bacterias, hongos, etc) que se alimentan de ellos, produciendo un tipo de abono o mejorador de suelos también conocido como compost. El compost es de un color café oscuro, rico en nutrientes y de apariencia similar a la tierra que encontramos en suelos boscosos. 


   Esta transformación biológica de la fracción orgánica de los RSU se da de forma natural, incluso sin la intervención del hombre y a nivel casero puede realizarse con muy poco esfuerzo. Sin embargo, cuando se incluye el compostaje como una opción de manejo a mayor escala, es importante contar con una ingeniería correcta y cuidados para su buen funcionamiento, controlando variables como el tamaño de los RSU, la temperatura, la cantidad de nutrientes presentes y la relación carbono / nitrógeno, el grado de oxigenación, etc. La calidad del producto resultante estará en función de las características físicas, químicas y biológicas del proceso.


   Para evitar problemas de olores y atracción de roedores y vectores de enfermedades, debería excluirse algunos residuos orgánicos como carne, huesos, pescado, comida cocida, excrementos de animales carnívoros, aceites y grasas, y productos lácteos. 




2. INCINERACIÓN


    La incineración permite una reducción de alrededor del 90% del volumen y del 75% del peso de los residuos sólidos, con la posibilidad de recuperar y aprovechar la energía generada. La incineración también genera grandes cantidades de contaminantes atmosféricos, muchos de ellos altamente tóxicos como las dioxinas. Por lo tanto, un sistema de incineración debe, forzosamente, contar con equipo adecuado para el control de las emisiones atmosféricas, lo cual eleva significativamente los costos de tratamiento. Esto hace que muchos países prefieran enterrar los residuos en rellenos sanitarios. 


   La combustión de residuos a altas temperaturas en hornos especiales permiten reducir su volumen significativamente, si bien esta reducción depende de las temperaturas empleadas. Cuando los incineradores son alimentados únicamente con residuos, las temperaturas que se pueden alzancar llegan alrededor de los 760ºC y pueden ser insuficientes para fundir o destruir completamente algunos materiales. Las guías para los incineradores de combustión en masa recomiendan una temperatura de horno de 980ºC para una combustión óptima. Utilizando combustibles complementarios (como el gas natural), se pueden alcanzar temperaturas de hasta 1.650ºC suficientes para convertir materiales y vidrio en cenizas, reduciendo el volumen de los residuos en un 97%. Las altas temperaturas son además necesarias para evitar los olores generados por la combustión incompleta.


   El poder calorífico de los RSU es más bajo que el de los combustibles tradicionales y normalmente no es suficiente para mantener una combustión adecuada sin necesidad de combustibles complementarios. Para disminuir la necesidad de éstos, un programa de gestión de RSU que contemple la incineración como una opción central de tratamiento, deberá enfocarse en captar materiales con alto valor calórico evitando su reciclaje y reuso. Asimismo, la baja densidad de energía de los RSU, es decir, su bajo contenido de calor por unidad de volumen, hacen necesario procesar grandes volúmenes de material para mantener buena combustión. Adicionalmente, resulta bastante complejo mantener el proceso de combustión bajo condiciones óptimas, debido a la gran variabilidad en la composición de los RSU. 


   Como mencionamos, el control de las emisiones a la atmósfera provenientes de la incineración de RSU es fundamental. Entre los contaminantes que deben controlarse y cuyas emisiones deben ser vigiladas, se encuentral el Material Particulado, los Óxidos de Azufre, Óxidos de Nitrógeno, Hidrocarburos, metales pesados y los compuestos de cloro como las dioxinas y los furanos, entre otros. 









3. RELLENO SANITARIO 


   Por muchos años, los residuos se tiraban directamente a los cuerpos de agua o directamente en el suelo, en depresiones del terreno como barrancos o acantilados. Los graves problemas surgidos de estas prácticas (incendios, contaminación del agua, malos olores, etc) obligaron a buscar una solución a la disposición de residuos. El lugar destinado al enterramiento de éstos bajo condiciones controladas y tomando una serie de precauciones para minimizar el impacto al ambiente, se conoce como relleno sanitario. 


   El tema de la ubicación de un relleno sanitario no es un problema trivial. Por un lado, nadie quiere una instalación de este tipo cerca de su casa, por lo que la oposición pública es una arista de gran importancia que debe ser abordada cuidadosamente. Por otro lado, existen varios criterios y restricciones que deben tomarse en cuenta para la ubicación de un relleno sanitario, al respecto, Henry y Heinke (1999), mencionan lo siguiente:


   "Idealmente, un predio destinado al relleno sanitario debe encontarse en terrenos de bajo costo dentro de una distancia de transporte económica, contar con acceso todo el año y estar AL MENOS a 1.500 metros en la dirección del viento respecto a sus vecinos residenciales y comerciales. El área debe estar razonalmente despejada, nivelada y bien drenada, con capacidad para no menos de 3 años de uso antes que se haga realidad su futuro papel como "ESPACIO AL AIRE LIBRE". Es deseable un suelo con baja permeabilidad, muy por encima del nivel freático, para protección de las fuentes de agua subterráneas y como material para la cubierta. 


   La elección final del predio NO DEBE HACERSE sin una investigación hidrogeológica detallada. La preparación del terreno implica cercarlo, nivelarlo, apilar material para la cubierta, construir bermas, enjardinar e instalar sistemas de recolección de líquidos percolados y vigilancia. En muchos casos se proveen también pozos para la recolección de gas".


   Los residuos que llegan al relleno sanitario son depositados en el suelo preparado y compactados por una máquina compactadora; esto es muy importante ya que a mayor densidad de los residuos, mayor capacidad del relleno sanitario y, por lo tanto, mayor tiempo de vida. Además, se reducen los problemas de asentamiento del terreno, de olores y de infiltración de aguas de lluvia. Las capas de residuos compactados se cubren al final de cada día con una capa de tierra, formando "celdas". Algunas consideraciones importantes para un relleno sanitario son:


 Necesidad de control de las emisiones de gases a través de ductos de ventilación.

Control de líquidos percolados mediante cubiertas impermeables, resistentes y sistemas de recolección y bombeo de líquidos percolados.

Monitoreo constante de aguas superficiales y subterráneas cercanas, incluyendo pozos.

   Cubierta diaria con tierra u otro material adecuado.

    Mantener fuera del relleno los residuos peligrosos. 


   Te invitamos a compartir este recurso educativo en redes sociales. Te esperamos en un próximo posteo para continuar fomentado la Cultura Meteorológica y Ambiental en Chile. 




Referencia información: Material académico "Magíster en Educación Ambiental" Universidad de Playa Ancha. 








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