Residuos Sólidos Urbanos

    Bienvenidos a un nuevo posteo en BioSinoptica!

   Partimos la semana con este tema que en ocasiones es muy complejo de abordar. Sin embargo, nosotros te entregamos este recurso educativo para que aprendas y te informes más. Comencemos!

  Los residuos sólidos urbanos (RSU) incluyen aquellos generados por cualquier actividad en los núcleos de población o en sus zonas de influencia y pueden contener residuos domiciliarios, comerciales, de servicio, voluminosos, de limpieza diaria de zonas verdes y recreativas, de construcción, demolición y reparación e incluso algunos residuos industriales o agrícolas potencialmente tóxicos. En su mayoría, los RSU son resultado de remoción de envolturas y empaques, porciones de productos no usadas y desechos de productos, así como restos de jardín. Los residuos que son generados por actividades rutinarias son generalmente utilizados en su totalidad; sin embargo, aquellos generados por actividades no rutinarias (por ejemplo, fiesta o mudanza) son poco usados y se generan a mayor proporción, es decir, hay mayor desperdicio.

   El mal manejo de los RSU promueve la proliferación de microorganismo que causan enfermedades, atrae y fomenta el desarrollo de vectores de enfermedades (roedores o insectos), degrada la calidad estética del ambiente, genera olores molestos, ocupa espacio necesario para otros usos y degrada en general el ambiente. Asimismo, las sustancias tóxicas ponen en riesgo la salud y el ambiente. El primer paso para una adecuada gestión de los RSU es su caracterización, la cual puede llevar a cabo mediante el uso de los siguientes parámetros.

1. CANTIDAD GENERADA

   La cantidad de residuos generada es el parámetro más importante en la gestión de los RSU. Este indicador determinará el tamano y número de instalaciones y el equipo requeridos para su manejo. La cantidad de RSU puede medirse en peso (toneladas) o en volumen (metros cúbicos). El primero, es un parámetro relativamente constante por tipo de residuo, por ejemplo, una botella plástica pesará lo mismo en su forma original o si ha sido compactada; por esto, el peso es la unidad preferida. El volumen de los residuos depende de su estado y dado que el grado de compactación varía significativamente, no es un parámetro tan útil. La cantidad de RSU generados depende de factores como la época del año, el clima, el modo de vida de la población, el movimiento de la población durante las épocas vacacionales y de la cantidad y forma de vida de las personas. Así, la cantidad de RSU sigue patrones de comportamiento recurrentes, por ejemplo, los fines de semana la cantidad de residuos generada es distinta a los días de semana.

2. COMPOSICIÓN FÍSICA

   La composición física de los RSU es un parámetro importante para la selección de los sistemas de tratamiento que se vayan a construir. Al igual que la cantidad, la composición física de los residuos depende de varios factores como las características de la población (rural, residencial, industrial, etc), el clima y la estación del año, y el nivel de vida de la población. Por ejemplo, durante el verano los RSU incluyen un mayor porcentaje de materia orgánica que durante el invierno; en los lugares de mayor ingreso, los RSU contienen más envases de productos preparados, mientras que en las zonas rurales el contenido de restos vegetales es mayor. 

3. DENSIDAD

   La densidad de los RSU depende del grado de compactación (o irregularidades físicas), la humedad y la composición. Los RSU sueltos tienen una densidad aproximada de 90 a 200 Kg/m3, en un camión compactador se alcanzan de 240 a 475 Kg/m3, mientras que en un relleno sanitario la densidad puede ir de 475 hasta 830 Kg/m3. La reducción en la irregularidad de los residuos aumenta su densidad, excepto para objetos regulares como el papel. La densidad es un parámetro inversamente proporcional al nivel de la vida, es decir, a mayor nivel de vida menor densidad de los residuos, debido a la mayor proporción de envases, empaques, etc; mientras que a menor nivel de vida, los residuos tienden a ser más compactos. 

4. HUMEDAD

   La humedad de los RSU determina su poder calorífico útil y la capacidad de transformación de los residuos biodegradables. Diversos factores influyen en la cantidad de agua de un residuo, entre ellos, su procedencia, el contenido de materiales orgánicos, la forma que se presenta el residuo, el clima de la zona, el contenedor en donde sean transportados, etc. 

5. PODER CALORÍFICO INFERIOR

   El poder calorífico inferior es la cantidad de calor que desprende un combustible (en este caso los residuos) en base húmeda, es decir, considerando el calor necesario para vaporizar el agua que se forma durante la combustión. Este parámetro es de interés cuando se pretende incinerar los residuos. Es deseable que los residuos tengan un alto poder calorífico (alrededor de 1.000 Kcal/Kg) para utilizar la menor cantidad de combustible adicional.

6. BIODISPONIBILIDAD

   La biodisponibilidad se refiere a aquellos residuos que pueden ser biodegradados, es decir, metabolizados por microorganismos. Residuos de jardín, alimentos, madera y papel son algunos de estos residuos. El proceso de descomposición de la materia orgánica aumenta la temperatura hasta 60ºC ó 70ºC, lo que destruye los gérmenes patógenos. El resultado es la formación de macromoléculas orgánicas o humus, componente que sirve como abono. 

   Debido a que el carbono y el nitrógeno son nutrientes fundamentales para el crecimiento de microorganismos, la relación de su contenido en los RSU es un parámetro importante para el compostaje o producción de abono. En este sentido, los residuos más degradables son aquellos con alto contenido de nitrógeno y de humedad, como son los restos de comida y de jardín. La madera, el algodón y la lana tienen relativamente baja biodisponibilidad y no son aptos para producir compost. 

7. SUSTANCIAS TÓXICAS

   La presencia de sustancias tóxicas (metales pesados, compuestos orgánicos, asbestos, etc) en los RSU es un tema de gran preocupación debido al potencial dañino de estas sustancias. La lluvia, al caer sobre los RSU, arrastra con ella componentes solubles entre los que pueden estar presentes sustancias tóxicas. Cuando estos residuos no han recibido una disposición adecuada, las sustancias tóxicas pueden infiltrarse en el subsuelo contaminando los cuerpos de agua. Asimismo, las personas que manejan los RSU pueden entrar en contacto con las sustancias sólidas y sufrir graves daños. Adicionalmente, las sustancias tóxicas inflamables pueden provocar incendios de graves consecuencias. 

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Referencia información: Material académico "Magíster en Educación Ambiental", Universidad de Playa Ancha.